La salud hacia lo humano y el arte como actividad humana fundamental: Proyecto de autocuidado de equipos

Alumna: Solange Germain Medina

Profesora: Marcela Salazar

Magister en Artes en la Salud y Arteterapia

Universidad Finis Terrae

Curso Artes en la Salud. 2018

Introducción

El presente ensayo viene a proponer desde la reflexión, análisis y proyecciones prácticas, el arte y la creación como lugar fundamental de expresión, conocimiento y transformación en todo ser humano. Desde este lugar, el estudio y práctica del arte terapia sitúa en quienes nos encontramos en la situación de estudiarlo, una comprensión científica y humanista de la intervención terapéutica en pos del bienestar o mejora de la calidad de vida de una persona. Analizamos el concepto de salud y logramos aprehenderlo desde una concepción integral de los pacientes, contextual, en donde las emociones y realidades subjetivas son tan relevantes como el área física y corporal.

Arte terapia: La salud desde lo humano

Es entonces que se conforma como una disciplina altamente positiva en la propuesta de paradigmas y metodologías. En este caso, frente a un sistema de atención en salud devenido de una disciplina ante todo científica- en la cual han recaído múltiples responsabilidades y obligaciones burocráticas- las actividades arte terapéuticas vienen a agregar un área sensible de la estructura: la humanización de la salud.


La humanización de la salud involucra el reconocimiento de la vida y apreciaciones subjetivas de los pacientes en un sentido amplio del concepto de curar: se adhiere además el aliviar, sanar y acompañar (Biosca, 2016). En este sentido, la necesidad de humanización viene a incidir en el aspecto más frívolo del conocimiento científico en salud, que muchas veces acercaría al paciente a un número, un estudio o un análisis; y al profesional, a una máquina reparadora y cuantificadora. Apunta hacia lograr conocimiento integral de los clientes o pacientes y de sus necesidades, así como de las nuestras, asumiendo la obligada cuota de subjetividad e interpretación frente a la realidad y desapegándose del ideal objetivo de trabajo científico e interventivo. Somos personas evaluando, interpretando e interviniendo en nuestro contexto, pero nunca dejando de ser consientes de ser personas.

Proyecto de humanización en salud: Intervención artístico terapéutica para profesionales

Frente a la cada vez más creciente necesidad de concretar la concepción de salud como un estado de bienestar tanto físico como emocional y siempre en función de necesidades y contexto, la intervención artística con metodologías terapéuticas puede ser y está siendo una herramienta profesional y atingente a las necesidades de pacientes o usuarios de una multiplicidad de atenciones en salud, tanto en rehabilitación física como mental, de tratamientos de mayor o menor gravedad o permanencia, etc., en donde la preocupación es dar atención a través de una comprensión integral y multidisciplinaria. Sin embargo, acá se propondrá poner este mismo énfasis y necesidades en los interventores: reconocer las subjetividades de cada profesión, sus vivencias, responsabilidades, desgaste y burnout asociado, todo lo cual es incidente directo en el bienestar y salud de cada profesional, por lo tanto, también en su calidad y enfoques de atención. Es un círculo que se retroalimenta a sí mismo.


Biosca menciona que lo afectivo en una persona y su área cognitiva no podrían ser separados y analizados por parte. De esta forma, en todo momento que los profesionales de salud no lograran sentirse comprendidos o bien tratados, sería dificultoso pensar que éstos a su vez logren ser bien tratantes y comprensivos. El medio de salud posee altos requerimientos burocráticos y tareas agotadoras, a su vez que un estigma de frialdad en su disciplina. Desde esta mirada, se observa como una necesidad intrínseca al buscar una atención y tratamientos interventivos comprensivos, afectivos y de calidad, el hecho de ofrecer a los profesionales de la salud un proceso de autocuidado que involucre el reconocimiento de su propio mundo afectivo, subjetividad, visión profesional y propuestas.


La siguiente cita apoya esta necesidad: “la peculiaridad del hombre no debería buscarse en sus caracteres orgánicos…sino en su vida…vida biográfica” (Biosca, 2016, p. 30). Y en este sentido, si deseamos transformación cualitativa para la atención en salud y la ampliación de su mirada paradigmática, es necesario mirarnos y mirar a los profesionales interventores y sus necesidades dentro de la estructura, políticas, líneas de trabajo, etc. Realizar sesiones de arte terapia como autocuidado y promoción del sentido comprensivo y subjetivo de la labor profesional, reconociendo vivencias y biografía de quienes esperamos también puedan ejecutar sus labores con buen trato, calidad y afectividad, podría impactar positivamente en los procesos de tratamiento de cada paciente.


El proyecto de autocuidado en arte terapia para profesionales de la salud buscaría acoger al interventor -aquel ejecutor al que el sistema exige cantidad y calidad constantemente-reconstruir en el ámbito profesional, su identidad y particularidad humana, en sí reconocerla y valorarla, para más tarde lograr en distintos ámbitos de atención (no solamente terapéuticos) que el acercamiento hacia la mejoría provenga de un paradigma integral, que reconoce al ser humano, su humanidad, afectividad e historia: lo valide. Dado que “El arte es conocimiento a través de la emoción” (Biosca, 2016, p. 31), propendemos hacia un trabajo que podría generar transformaciones a niveles transversales en las personas, la atención que brindan, la atención que reciben, y así: en un diálogo de reconocimiento y valoración.


Bajo lo que antecede se oculta la idea de que la cosificación, por cuanto las personas pasamos a prescindir de significado subjetivo y se nos evalúa –o evaluamos- en función de un aspecto más bien cuantitativo (casos antes que personas, metas burocráticas antes que comprensión de las necesidades), es posible de abordar desde la estructura general de un sistema, hasta persona por persona, institución por institución. El arte terapia propone un paradigma cualitativo y reflexivo, desarrollando herramientas concretas, funcionales y altamente factibles de llevar a cabo.


En la búsqueda de la promoción de la dignidad intrínseca de las personas –todas- como sujetos de derechos, es posible considerar que la persona en su globalidad (Bermejo Higuera & Villacieros Durbán, 2018) requiere ser reconocida, conocerse a sí misma y ver y sentirse vista en su dimensión afectiva. Las profesiones de la dimensión de salud en muy distintos niveles y disciplinas, son altamente relacionadas por su nivel de exigencia técnica, estrés, exigencia horaria y disponibilidad, bournout, desgaste, entre otras. La deshumanización en la instrumentalización, explotación y desgaste del personal no puede sino afectar cómo estas personas pueden desarrollar su labor y si en ellas, promueven la salud más allá de lo medible y escrutable; en un sentido afectivo e integral, comprensivo del contexto de los pacientes: “la técnica humaniza o deshumaniza según se utilice. Y sabemos que quien humaniza y deshumaniza es el propio ser humano.” (Bermejo Higuera & Villacieros Durbán, 2018, p. 7).


El espacio simbólico y preverbal de la creación artística se propone como un medio facilitador hacia el autoconocimiento dentro de planes de autocuidado de equipo en sistemas de salud y atención a pacientes o usuarios. Sesiones quincenales o mensuales pueden apoyar las relaciones inter profesionales hasta incidir en los niveles y calidad de atención, atendiendo –paradójicamente- a las necesidades y dificultades vivenciadas en el mundo laboral. Materiales básicos y de fácil acceso como papel, lápices, plumones revistas, témperas, pegamento… en un espacio de contención apropiada y que brinde las comodidades básicas de trabajo, pueden dar factibilidad a un cambio paradigmático fundamental en la concepción moderna del trabajo de equipos, visualización de labores y responsabilidades, micro logros y logros esperados, relaciones inter profesionales, proyecciones, frustraciones y propuestas, etc.

Conclusiones

Un proyecto de autocuidado profesional que se pueda implementar en un hospital o departamento de salud cualesquiera, debe contener un buen diagnóstico individual y territorial de las necesidades de aquella comunidad. Debe reconocer las personas que se encuentran en aquella labor y en un proceso creativo grupal, facilitar un camino creativo visual hacia el encuentro de sentido y significado del quehacer cotidiano. Todo momento que podemos utilizar metodologías que trasluzcan desde lo trascendental del ser humano, en este caso la capacidad creativa y creadora, podremos promover el buen trato, la comprensión, la humanización. Es todo cuanto necesitamos humanizar, para humanizar.

Referencias

Biosca, I. (2016). La vocación de curar a través del arte. Revista Del Hospital Italiano De Buenos Aires, (36).


Bermejo Higuera, J., & Villacieros Durbán, M. (2018). El compromiso de la humanización en las instituciones sociosanitarias [Ebook]. Fundación Caser para la Dependencia.

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